domingo, junio 17, 2007
Amigos
A falta de creatividad, pongo este texto que he encontrado.
Bien sabéis que no suelo hacer esto, pero ahí he leído muchas verdades que siento que he necesitado decir a alguna persona y nunca he sido capaz.
Me considero como una de tus mejores amigas y hasta pienso que la reciprocidad es verdadera por todo lo que has hecho, por lo que has llorado y sonreído por mí. Pero no tengo derecho de exigir que confíes ciegamente en mí, no tengo derecho a saberlo todo respecto de ti, a robar tu tiempo, interferir en tus caminos, hacer chantaje a tu bondad, exigir que llores reclinado en mis hombros, que corras en dirección a mí.
No tengo derecho de reclamar las verdades que no me dijiste, ni las mentiras que proferiste, ni los secretos que ocultaste. Ser tu amiga no me da derecho alguno sobre tu conciencia. Al contrario: ser tu amiga implica única y exclusivamente querer tu bien, porque bien te quiero. Solamente eso. Te llamaré la atención respecto a ciertos peligros, estaré allá cuando te equivoques o aciertes; estaré ansiosa cuando experimentes algún dolor intenso; estaré inquieto cuando sepa que vas bien; sonreiré con alegría cuando sepa que eres feliz. Para mí no quiero nada. Ni siquiera el consuelo de saber que soy o no tu amiga.
Qué es lo que espero y deseo? Lo que espero y deseo es que nunca te canses de mi amistad, que jamás te enojes por saber que alguien se preocupa de tí, que nunca digas: "allá viene otra vez esa tonta". Lo que espero y sueño es que, si un día necesitas un par de oídos, busques los míos; si cualquier dolor te aflige tengas el valor, sin miedo alguno, de encontrarme cansada, amargada o vacía, de llegarte a mí y decirme que necesitas de alguien como yo, que no quieres nada fuera de tu paz interior.
Lo que realmente quiero es que entiendas que no te quiero para mí sino tan solo para ti; no te quiero con exclusividad sino con ternura fraterna y sincera; y que entiendas que, si fuera necesarío, daría mi vida por tí. Y si las circunstancias lo exigieran, desaparecería de tu vida para que mi recuerdo o mi presencia jamás te impidieran ser feliz.
No. No necesito de tí, pero por ser tu amiga quiero aclararte que puedo vivir sin tí, pero con tu amistad sé que crecería mucho más. Fue el día en que descubrí que me quieres pero que no te hago falta, ni te agarras de mí como a una tabla de salvación; fue aquel día en que sentí la victoria de ser amiga.
Todo lo que quise y quiero es conquistarte para devolverte tu propia tranquilidad.
Tu me enseñaste mucho más de lo que crees.
Sacado del espacio (agh, odio los espacios, hacéos un blog en condiciones, cuyons!) de una amiga. La única que ha estado a mi lado desde los... ¿5? años (y eso es mucho tiempo).
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Bien sabéis que no suelo hacer esto, pero ahí he leído muchas verdades que siento que he necesitado decir a alguna persona y nunca he sido capaz.
Me considero como una de tus mejores amigas y hasta pienso que la reciprocidad es verdadera por todo lo que has hecho, por lo que has llorado y sonreído por mí. Pero no tengo derecho de exigir que confíes ciegamente en mí, no tengo derecho a saberlo todo respecto de ti, a robar tu tiempo, interferir en tus caminos, hacer chantaje a tu bondad, exigir que llores reclinado en mis hombros, que corras en dirección a mí.
No tengo derecho de reclamar las verdades que no me dijiste, ni las mentiras que proferiste, ni los secretos que ocultaste. Ser tu amiga no me da derecho alguno sobre tu conciencia. Al contrario: ser tu amiga implica única y exclusivamente querer tu bien, porque bien te quiero. Solamente eso. Te llamaré la atención respecto a ciertos peligros, estaré allá cuando te equivoques o aciertes; estaré ansiosa cuando experimentes algún dolor intenso; estaré inquieto cuando sepa que vas bien; sonreiré con alegría cuando sepa que eres feliz. Para mí no quiero nada. Ni siquiera el consuelo de saber que soy o no tu amiga.
Qué es lo que espero y deseo? Lo que espero y deseo es que nunca te canses de mi amistad, que jamás te enojes por saber que alguien se preocupa de tí, que nunca digas: "allá viene otra vez esa tonta". Lo que espero y sueño es que, si un día necesitas un par de oídos, busques los míos; si cualquier dolor te aflige tengas el valor, sin miedo alguno, de encontrarme cansada, amargada o vacía, de llegarte a mí y decirme que necesitas de alguien como yo, que no quieres nada fuera de tu paz interior.
Lo que realmente quiero es que entiendas que no te quiero para mí sino tan solo para ti; no te quiero con exclusividad sino con ternura fraterna y sincera; y que entiendas que, si fuera necesarío, daría mi vida por tí. Y si las circunstancias lo exigieran, desaparecería de tu vida para que mi recuerdo o mi presencia jamás te impidieran ser feliz.
No. No necesito de tí, pero por ser tu amiga quiero aclararte que puedo vivir sin tí, pero con tu amistad sé que crecería mucho más. Fue el día en que descubrí que me quieres pero que no te hago falta, ni te agarras de mí como a una tabla de salvación; fue aquel día en que sentí la victoria de ser amiga.
Todo lo que quise y quiero es conquistarte para devolverte tu propia tranquilidad.
Tu me enseñaste mucho más de lo que crees.
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Etiquetas: Citas célebres
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