<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15073566\x26blogName\x3dM%C3%ADrame,+que+te+estoy+hablando\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://anuski.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://anuski.blogspot.com/\x26vt\x3d-5756952207548376374', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

miércoles, octubre 18, 2006

Angustia

¿Sabéis lo que es la angustia?
Ese sentimiento que te oprime el estómago, no te deja pensar en nada y te da ganas de llorar.
Esa es la angustia, un maldito fantasma que te persigue para atacarte cuando menos te lo esperas. O cuando menos lo necesitas.
Hay veces que te van las cosas bien y tienes pequeños problemas que siempre tienen solución, otras veces los problemas son mayores y, aunque cueste resolverlos, sabes que lo conseguirás. Pero hay otras veces que los problemas surgen, apenas sin darte cuenta.
De repente te das cuenta que tienes dos o tres pequeños problemas que habías pasado por alto antes y ahora te das cuenta de su existencia. Son pequeños, pero incordian.
Sin previo aviso entra otro de esos problemas que hacen que tu día a día no sea tan bueno como antes. No es el fin, pero tienes que acabar con él antes de que crezca.
A esos problemas se les juntan esos que llevas arrastrando desde hace tiempo.
No es el momento de solucionarlos, piensas, pero resulta que como si tuvieran vida propia (y mucha mala hostia, dicho sea de paso) esos problemas estallan, evitando que puedas quitártelos de la vista.
Cojonudo, piensas. No tenías otra cosa mejor que hacer.
Comienzas a escabullirte de los problemas que tienes, pero te persiguen, así que no te queda otra que enfrentarte a ellos.
A estas alturas ya has perdido la paciencia, tu esperanza pende de un hilo y tus ganas de pelear con ellos están de vacaciones.
Es entonces, cuando más desesperada estás, viene él. El PROBLEMA.
Nadie le ha llamado, nadie lo necesita, pero él se presenta sin avisar.
Y cuando ya no encuentras salida por ningún sitio, cuando desesperas, cuando necesitas romper con todo, se para el tiempo.
Se para y no te deja hacer nada. Quieres correr, pero no puedes. Los segundos se hacen horas, y las horas una eternidad.
Es en ese momento, cuando quieres gritar, cuando la desesperación llega a su máxima expresión cuando la sientes. Y no te deja respirar.

Etiquetas:




hola ana...me ha gustado un monton tú manera de describira la angustia...del resto del blog no puedo hablar muxo...xk joe esta super lleno...xro te prometo k ahora me pongo a leerlo.
Pos na nena k me alegro mogollon de que sigamos siendo amigas despues de ...pufff...16AÑAZOSSSSS....k viejas somos ya...
Bueno neni...k muchas gracias por estar conmigo..cuando no estoy bien..en esos momentos de angustia...ES DECIR SIEMPRE...pos eso...TKM Y LO SABES...Y para lo k kieras ya sabes donde estoy...muaka  


sabes lo que es la luz?
eso que desprendes al escribir y emanan tus ojitos...pues eso...y más.  


Publicar un comentario

Creative Commons License


Gracias a Blogger

Template sacado de Blogger Templates
courses: .fr.tw.cn.ru